En el programa Cada Mañana, que conduce Marcelo Longobardi por Radio Mitre, el gran humorista Rolo Villar imita a un colombiano multimillonario que tiene negocios petroleros y en medios de comunicaciones y empresas aceiteras, en clara alusión a Cristóbal López. De éste se dice que ahora tendría entre sus planes comprar Radio Mitre para echar de la misma a Marcelo Longobardi, como lo hizo poco tiempo atrás de Radio 10. Hace unos días, Jorge Lanata, al continuar con la programación después de Longobardi, aseguró que Marcelo Tinelli comienza su tradicional programa en el mes de junio y que Remigio González y González, el mexicano dueño de Canal 9, le vendió el mismo a una sociedad conformada a tal efecto. Y no quiso dar más información. Lo que dicen con claridad fuentes confiables es que Cristóbal López y Tinelli se asociaron al 50% para comprar Canal 9 por 100 millones de pesos. La cifra habría sido facilitada por el zar del juego. El dueño de C5N, cuya audiencia se desmorona junto con la de Radio 10, suele usar los medios para atacar a los críticos del gobierno. No se sabe, pero sí se comenta la posibilidad de que Tinelli le haya vendido a López el 30% de la productora Ideas del Sur. La presunta entrada de Tinelli al Canal 9 se produciría después de que Telefé y Telefónica, dos empresas funcionales al cristinismo, no le dieron lugar en su programación, imponiéndole además exigencias incumplibles para el exitoso conductor.
Presencias dobles o triples
Todo esto aunque otras fuentes sostienen que el que hizo presión para que no llegara Tinelli a Telefé fue el exitoso productor Sebastián Ortega, ex de Guillermina Valdez, actual pareja del conductor. La bronca de Ortega con el conductor de Showmatch es importante desde que su ex mujer sale con él. Esto motivó que su actual novia, Ivana Figueras, hija de Marcelo Figueras, la actual pareja de la senadora María Laura Leguizamón, lo habría abandonado, porque sigue obsesionado con Guillermina.
Esta historia cristinista que parece una película de suspenso, amor, celos, medios de comunicación y conexiones políticas es, junto al precio del dólar, una de las bombas político televisivas del año, que supera de lejos al pase de Longobardi a Radio Mitre. La principal duda es si Marcelo Tinelli hará o no la edición de “Gran Cuñado”, cuya producción en el 2009 sostienen los analistas que benefició a Francisco de Narváez en las urnas. Ahora el gobierno le teme -y mucho- a la segunda etapa de este reality, que se llamaría “Gran Cuñada”, ya que Alicia Kirchner será la candidata en primer lugar por el cristinismo en la provincia de Buenos Aires. Y ahora circula la versión de que, estando Cristóbal López atrás de todo esto, finalmente Gran Cuñada se concretaría en junio. Pero se utilizaría en forma de dejar mal parada a la oposición ridiculizando a sus principales dirigentes. Es que, como no hay manera de convertir a Alicia en un personaje creíble y popular, no queda otra que ensuciar a la oposición parodiándolos.
Volviendo atrás, hace rato que Canal 9 era funcional al gobierno, ya que parte de su programación quedó en manos de Diego Gvirst. Ahora, lisa y llanamente, el gobierno manejará la programación a su gusto y piacere. Sobre la evolución de los futuros escenarios se dice que, si por ejemplo el cristinismo pierde las elecciones legislativas en Buenos Aires, Cristóbal López lentamente podría despegarse del gobierno, para no quedar pegado al fracaso de un modelo que podría acercarse a su colapso.
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