Caos sobre ruedas
Durante los últimos días, una noticia que es parte de nuestra cotidianeidad ha ocupado portadas: accidentes de tránsito y el caos del transporte público en Lima. Todo empezó con una víctima de atropello por una combi el pasado viernes 11 de abril. Su nombre era Sili Díaz y murió arrollada por un ómnibus. Lamentablemente, en nuestro país, los accidentes de tránsito son pan de cada día. Sólo en los primeros 3 meses de este año, fallecieron 60 personas debido a un accidente. El porcentaje respecto del año pasado se ha incrementado en un 25%.Una verdadera reforma del transporte se hace más que urgente.
La causa principal de este panorama es el sistema “comisionista-afiliador”. Este se instauró durante el gobierno de Alberto Fujimori, se liberalizaron las rutas en la ciudad y la importación de vehículos usados.
Desde entonces, la crisis del transporte público se agudizó y se generaron, además de los fatales resultados que mencionamos líneas arriba, focos de contaminación significativos, eternas “horas punta” y caos. El caso de la empresa Orión, que recién el viernes pasado decidió sumarse a la reforma de transporte, es un ejemplo de esta crisis del sistema.
Dado que no contamos con una autoridad única del transporte en la ciudad, tenemos instancias que no logran ponerse de acuerdo. Ese es el caso de la Municipalidad del Callao que, por ejemplo, otorga licencias a la empresa de transportes Orión la cual puede operar en Lima sin que el municipio metropolitano pueda hacer algo al respecto. Contra toda lógica, que el Callao otorgue licencias para que esta empresa transite en Lima es algo legal.
Pero hay más. No se trata sólo de una empresa que se ha visto favorecida reiteradas veces por la comuna chalaca, sino que, entre otras cosas, tiene una deuda de más de 7 millones por multas de tránsito no pagadas. Recién el viernes pasado, luego de que el Municipio del Callao le suspendiera una ruta durante treinta días, esta empresa decidió sumarse a la reforma de transporte impulsada por la alcaldesa Susana Villarán. Para ello deben realizar una renovación de su flota, pagar la deuda y cumplir con los requisitos que solicita la Municipalidad de Lima. Este es un buen paso. Se espera, además, que no contraten más a choferes con historiales de infracciones significativas. Ello reduciría la cantidad de casos fatales en que esta empresa ha estado involucrada. Recordemos el caso del joven fotógrafo Ivo Dutra quien fue atropellado por una combi de Orión que se pasó la luz roja y falleció 6 días después del accidente. Hasta la fecha, no se ha cumplido siquiera con la reparación civil.
Recordemos también a quienes han estado detrás de una empresa como Orión y la han favorecido. Félix Moreno, en su periodo como alcalde del Callao, favoreció a la empresa Orión concediéndole licencia para operar en ciertas rutas. Pero, además, se le concesionaron varias rutas por 10 años. Esto les permitió acceder a considerables créditos en bancos para renovar su flota. En Agosto del año 2008, la inauguración de la nueva flota de la empresa la realizó Alex Kouri (entonces Presidente Regional del Callao), Félix Moreno y el presidente del grupo Orión, José López Vidal.
Hay más, durante el año 2010, la empresa de transporte urbano Orión fue condecorada con la “Orden al Mérito de Transportes y Comunicaciones” por “servicios distinguidos e incluso por contribuir a la ‘efectiva’ prevención de accidentes de tránsito. Aunque parezca de Ripley, esta condecoración la realizó nada menos que el entonces ministro de Transportes y Comunicaciones del gobierno aprista: Enrique Cornejo. Hoy, este personaje busca ser candidato del partido aprista al Municipio Limeño, luego de haber premiado a la empresa que conforma la mayor oposición a la reforma del transporte.
Pero Orión bien podría ser cualquier otra empresa. Lo cierto es que la puerta sigue abierta para que empresas de este tipo operen en la ciudad generando caos, desorden y accidentes. En Lima, actualmente,por cada kilómetro hay 28 empresas (28 rutas superpuestas) que compiten por un pasajero. Lo primero a hacer, entonces, es apoyar la reforma iniciada por la gestión de Villarán que busca, para comenzar, atacar la herencia de anteriores gestiones ediles que han liberalizado totalmente las rutas de Lima y permitido la entrada de vehículos en malas condiciones, generando contaminación. Por otro lado, oxigenar las rutas, para lo cual es necesario el nuevo sistema de 5 corredores viales que busca hacerlas más eficientes y con menos superposiciones y rutas más cortas. Es un plan ambicioso y de largo plazo, se espera por ello su continuidad. Es la única manera de garantizar que Lima, en el tema del transporte, deje de ser el infierno que actualmente es.
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