domingo, 22 de septiembre de 2013

PERIODISTA EXTRANJERO CRITICA SENTENCIA A FUJIMORI


Opiniones de un periodista extranjero, ¡conflicto de intereses?

El periodista-escritor francés Ricardo Uztarroz, desde su perspectiva de ciudadano extranjero, desliza sus opiniones y críticas en relación a la sentencia a Alberto Fujimori y como en sus apreciaciones hace alusión a la Comisión de la Verdad y Reconciliación, hay la obligación elemental de decirle que tiene una apreciación sesgada, por decir lo menos, de los hechos que acontecieron en el proceso  de violencia que sacudió terriblemente al país, no siendo cierto que en tanto sucedían las acciones criminales de S.L.  y de la contrainsurgencia del estado peruano; justamente, en los lugares donde se acentuaban los hechos de sangre, hubieron valerosos compatriotas que no abandonaron sus espacios y cumplieron  heroicamente su rol, manteniendo viva la respuesta de la sociedad frente a la brutal arremetida de unos y otros. Es cierto que no existen fuentes escritas que refieran con alguna aproximación  la realidad de las circunstancias vividas, por lo que es entendible su supina desinformación, por lo que resulta contraproducente la comparación con el avestruz que esconde la cabeza porque no existe lo que no ve. Otra afirmación cargada de subjetividad, es calificar en buena medida de institucional, la pusilanimidad de algún miembro de la ex CVR, juicio que no merece detenerme  más de lo necesario en su comentario, porque a diferencia de tal opinión,  hubo capacidad, inteligencia, coraje , entereza y una  respuesta clara frente a un requerimiento del país, al asumir la responsabilidad  de investigar 20 años de violencia en el país, llegando a un Informe Final que la miopía y los perjuicios  de Uztarroz no le ha permitido ver y comprender adecuadamente el Informe, por lo que sus  subjetivas e interesadas interpretaciones   le hacen opinar del modo que hace, no sé si con el ánimo de encontrar  en algunos casos,justificaciones a los crímenes de lesa humanidad cometidos en el conflicto interno. El Informe final de la CVR tiene rigor científico en su procesamiento, su fortaleza descansa en los aproximadamente 150000 testimonios que no fueron objeto  de manipulaciones interesadas, menos de interpretaciones  sujetas  a intereses de comisionado alguno, de modo que si este informe fuera objeto de una nueva suscripción, firmaría una y mil veces, porque el informe reproduce literalmente todo lo  acontecido;  viví el proceso de la violencia  envuelto por su vorágine y puedo dar fe,  de lo que pasó, porque los relatos recogidos  describen con crudeza y de acuerdo a como se dieron en los hechos. El informe es claro, directo y condena los crímenes perpetrados por S.L. y la ofensiva  antiterrorista del estado. La justicia peruana se encargó de juzgar las responsabilidades de Alberto Fujimori y no quisiera opinar sobre su condena, pero si puedo sostener, a modo de  realidades los siguientes hechos:
1.       Alberto Fujimori proclama su inocencia frente a  los crímenes y asesinatos cometidos con la mayor crueldad, pudiendo en su condición de Presidente de la República   evitarlos   y combatir con la Ley en la mano, usando los recursos de poder que disponía en legítima defensa del país frente a la insania terrorista.
2.       Su cobardía,  por  no asumir sus responsabilidades y su afán de protección  y encubrimiento de los crímenes del grupo colina,  que hay manera de comprobarlos.
3.       Su ausencia, cuando la CVR le tendió puentes para que diera su testimonio que estaba obligado a hacerlo.
En donde si coincido con el periodista escritor Uztarroz es cuando reconoce que Alberto Fujimori condujo el país cuando se encontraba al fondo del abismo, con apagones que saboteaban la actividad productiva del país, los coches  bomba, la inflación dejada por Alan García, etc, etc y  discrepo en  su fácil recurso de argüir inocencia, cuando en  un gesto  de buscar la comprensión de su estratagema, pudo explicar que la ofensiva descargada por S.L. contra el país, exigía del estado una contraofensiva como la que se  implementó, pero no negar crímenes que los pudo evitar, que los convalidó, reconoció, premió,  muy  lejos de pedir perdón a los familiares de sus  víctimas. Tampoco estoy de acuerdo,  con la discriminación que se practica cuando por faltas graves en el proceso de la violencia, el estado y la sociedad muestra una actitud tolerante, de complicidad,  con otro ex gobernante,  que debe ser procesado como Alberto Fujimori, porque en su gestión se cometieron crímenes de lesa humanidad y cuando repitió el plato de gobernante, reincidió en crímenes como los de Bagua. No parece justo discriminar responsabilidades frente a excesos que tuvieron el común denominador de crímenes cometidos  con la anuencia del estado. En esa dirección, sería saludable que el periodista escritor, objeto de estas apreciaciones sea claro en su posición de señalar que frente a comunes delitos, un mismo  estado, no puede medir con distintas medidas a sus responsables, esto es,  mirando, sólo lo  que le conviene mirar.


Alberto Morote

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