martes, 19 de noviembre de 2013

LA RENUNCIA DE FUJIMORI

¿“Ex Presidente” Fujimori?
 Hace 13 años, en la mañana, llegó a la oficina del entonces Presidente del Congreso, Valentín Paniagua, un fax que parecía inverosímil. En el penúltimo párrafo, la revelación: “Formulo pues, ante usted, señor presidente del Congreso, mi renuncia formal a la Presidencia de la República, en concordancia con el artículo 113, inciso 3 de la Constitución Política del Perú.” ¿La firma? Alberto Fujimori Fujimori.
 Han pasado trece años y hoy, 19 de noviembre, valdría la pena hacer un poco de memoria y apelar también a varios periodistas que en las últimas semanas han hecho gala de un tono innecesariamente concesivo para con el actualmente condenado Alberto Fujimori. Entendemos que es potestad de cada quien referirse a este personaje como mejor le parezca, pero ante tanta amnesia mediática, y al parecer falta de recursos léxicos, queremos contribuir con una ayuda memoria que podría dar algunas sugerencias para referirse a Fujimori.
 Hace trece años, luego de que la renuncia por fax fuera conocida, el Congreso de la República decidió no aceptarla. El episodio era de vergüenza y se decide destituir a Alberto Fujimori por incapacidad moral. Así como lo leen: Alberto Fujimori fue destituido como Presidente. Esto quiere decir que, al margen de la situación de su régimen corrupto y fraudulento, aún dentro de su propia “legalidad”, fue echado del cargo.
 Poco después, el Congreso elegido en el año 2001 retiró de la Constitución del año 93 la firma de Alberto Fujimori como una muestra simbólica de la victoria de la democracia sobre la dictadura, y como una reafirmación de su destitución como presidente. Luego, en el año 2009, sería condenado por delitos de lesa humanidad y corrupción, no sin antes intentar algunas estrategias legales que le permitieran evadir la justicia. Este es el caso de su postulación al Senado japonés en el año 2007. Si hubiera logrado llegar al Senado habría adquirido inmunidad parlamentaria, con lo cual la extradición al Perú (se encontraba en Chile en aquel momento) hubiera sido bastante más improbable.
 “Ex presidente” es, pues, un rótulo demasiado concesivo y sacado de contexto para  referirse a este destituido presidente, reo, condenado, ex dictador, procesado, etc.
 Por si fuera poco, no satisfecho con la actividad política que ejerce, con más fuerza últimamente, ahora da también lecciones de moralidad sin repregunta por parte de nadie. Es así que en una entrevista concedida a Frecuencia Latina, una semana luego de que lo sancionaran por llamar a RPP, afirma en alusión al caso López Meneses, que “si lo sabían los mandos policiales ¿Cómo no lo iban a saber en Palacio de Gobierno?” Con ello, busca mostrar una supuesta relación entre Vladimiro Montesinos y el gobierno de turno para desligarse él de este personaje. Es otra de sus estrategias, destinada esta vez a mostrar a Vladimiro Montesinos como alguien ajeno al fujimorismo, cuando sabemos que fueron “siameses” durante su gobierno, como los llamó alguna vez Alberto Andrade. Se trató del régimen “fujimontesinista”.
 Es 19 de noviembre y bueno resultaría recordar al Alberto Fujimori que 13 años atrás renunciaba de manera cobarde, vía fax. Ese mismo Fujimori que quiso huir de la justicia pero no lo logró y que ahora sigue apelando a las argucias necesarias para alcanzar primero un indulto, luego un arresto domiciliario y ahora una exposición mediática que no deberíamos permitirle. Es parte de nuestro honor ciudadano evitar estas acciones y reclamar, sí, a los medios de comunicación que le permiten una ilegalidad que nos insulta a todos.

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