Lo que ven arriba es la portada de Perú.21. Un periodicazo en toda la línea. Desde el Grupo El Comercio, con palabras del presidente de la CONFIEP, cuadrando al Presidente de la República. Sin asco.
Un par de aclaraciones. La primera es que Perú.21 tiene derecho a tener la línea que le de la gana. Y la segunda es que tiene el legítimo derecho de criticar al gobierno en lo que le parece. Ollanta Humala merece ser criticado y su gobierno marcado al milímetro (sobre todo, por lo mediocre que es). Lo que me molesta en la portada no es eso. Son otras cosas.
1. El tono de gamonal: El comunicado de ayer de la CONFIEP, muy parecido al tono empleado en el episodio REPSOL, muestra que un sector de libertarios y conservadores que cree que pechar a Humala es la mejor forma de controlarlo. Cuando, en aquel momento, le pregunté en estas semanas a algunas personas partidarias de este tipo de gritería sobre porque lo hacían, el reflejo fue: “si queremos negociar con Humala, lo mejor es maximizar demandas, para luego rebajarlas”. Curioso, es el mismo método del sindicalismo peruano al que han criticado por años.
2. El tipo de relación que quiere la CONFIEP con Humala. En un reportaje de Luis Davelouis publicado hace un par de domingos en El Comercio, Pablo Secada expresaba porque el gremio de gremios tiene tan poca química con Humala:
La relación con el sector empresarial podría ser una posibilidad si, como dice Secada, les empieza a dar el espacio que antes tenía. “Si yo fuera Humala los invitaría. ¿Qué vas a perder? ¿Saliva? Si con eso van a estar contentos, hazlo pues. Lo que pasa es que los [empresarios] más cercanos al presidente García se ganaban con lo que pasaba en Palacio y se lo contaban a sus amiguitos. Bueno, pues ya dejó de ser así“.
3. ¿Cuál es la relación de gente cercana a CONFIEP con el tema concentración de medios? Dos historias para seguir jalando el hilo de la madeja fueron publicadas el año pasado. Para empezar, en agosto, en plena pugna por Epensa, Laura Grados en Velaverde señalaba que (los resaltados son míos):
Carlos y Luis Agois Banchero han pedido un SOS a distintas personas, entre ellas varios de sus competidores para asociarse y comprar las acciones de Mindreau. El martes último, una facción de las familias que conforman El Comercio, así como el presidente de la Confiep, Alfonso García Miró, habría estudiado la posibilidad de comprar Epensa. César Pardo Figueroa, gerente general del grupo, estuvo evaluando el tema. El Comercio solicitó a Apoyo Consultoría el análisis de la factibilidad de la compra de Epensa.(…)Al ser consultado sobre el tema, el presidente de la Confiep, Alfonso García Miró, desconoció el hecho. Aunque esta revista supo que el líder del gremio más importante del país, era el más entusiasmado en comprar Epensa, García Miró bromeó “Bueno, si te han dicho eso ponlo, pero yo no he sido. Habrá sido mi gemelo”.
Valdría la pena que alguien le pregunte al señor García Miró si es que, finalmente, tuvo alguna participación en dicha operación.
De hecho, hoy PPK reconoció, en el programa de Rosa María Palacios, que este párrafo de un artículo de Ricardo Uceda publicado en noviembre, es cierto en la mayoría de detalles (los resaltados son míos):
El abogado de Agois, Enrique Ghersi, y el asesor de imagen, Freddy Chirinos, miembro del directorio de EPENSA, se pusieron a buscar posibles socios. Pedro Pablo Kuczynski, uno de ellos, fue a pedir dinero al Banco de Crédito, pero no tuvo éxito. Hablando con el CEO del BCP, Walter Bayly, Kuczynski le hizo ver el riesgo de que Correo terminara con una posición política peligrosa para las inversiones. Pero el razonamiento político no fue relevante para el BCP. Quiso saber cuánto pondrían de su bolsillo los Agois que se quedaban, o el propio Kuczynski. Y como la respuesta no fue convincente, se abstuvo de participar.
4. ¿No aprendieron la historia de la campaña del 2011? Me robo dos párrafos de un post de Marco Sifuentes, apenas terminada la campaña electoral:
- Nuestra clase dirigencial tiene que leer más a Vargas Llosa y menos a Ricardo Lago, debe entender quenecesitan voces que digan la verdad, no que les inventen los cuentos que quieren escuchar, deben entender que un mall no es progreso, deben entender que en el sur también han votado por sus bolsillos (vacíos), deben darse cuenta, por dios, que a los embajadores del comercial Marca Perú sólo los conocen en Lima. Que su rabia por haber perdido las elecciones no los ciegue aún más. Deben ser más Gastón y menos Willax.(…)- La oposición tendrá que sostener al gobierno, mientras éste se mantenga en los cauces democráticos, claro. Debe asumir que perdió, debe jugar limpio, debe dejar de sembrar pánico. Algo que pocos dicen de Venezuela es que, sí, Chávez es un demente megalómano, pero él se alimenta de una oposición torpe, histérica y también antidemocrática (no olviden el golpe mediático que puso a Carmona en la presidencia) que agudiza las contradicciones. Si queremos que Perú no se convierta en Venezuela, los políticos opositores necesitarán cabeza fría. Humala tiene que durar cinco años en el poder. Ni un día más. Pero tampoco ni un día menos.
5. Finalmente, porque todo esto contribuye a un clima enrarecido en la política peruana: Hoy Eduardo Dargent, en Semana Económica, ponía los puntos sobre las íes en torno a un verano en el que unos y otros se acusan de protogolpistas, conspiradores y van regando por calles, plazas, cafes (y casas de playa en Asia) los rumores más inverosímiles sobre interrupción del sistema democrático. Y lo remataba de esta manera:
El riesgo, claro, es que en el camino la ficción se haga realidad. Tanto se habla de golpe y golpes que se comienza a ver cada gesto del contrario como una confirmación de la conspiración. El comunicado de ayer de la CONFIEP, donde no hay autocrítica alguna (¿acaso la pesquería y la educación están en crisis solo por la acción del gobierno?), nutre con su tono alarmista esta crispación. ¿La CONFIEP no se percata que no es tan popular como cree? ¿Qué, parafraseando a un amigo, para buena parte del país tienen más de oligarquía aunque ya se crean burguesía? ¿Los políticos, oficialistas y de oposición, no se dan cuenta que con sus actos y bravuconadas están preparando la camita para que los borren del mapa el 2016? ¿De verdad quieren una pelea a puño limpio? Van por buen camino, adelante. ¿Es mucho pedir un poco de sensatez, sentido común, especialmente en días previos al fallo de La Haya?
Si los amigos de la CONFIEP o de los medios ligados al Grupo El Comercio quieren ser conservadores, es su derecho, aunque estemos bastante lejanos de dichas posturas. Pero ello no quita que dejemos de criticar sus posturas, sus formas de defenderse y por cierto, este tufillo a irresponsabilidad y pechadera de oligarca. Porque terminan dándole la razón a Mario Vargas Llosa, quien, este fin de semana, sentenció que nos encontrábamos ante una de las clases dirigentes más reaccionarias, incultas y ciegas de Sudamérica (basta ver lo que pasa en Naplo para comprobarlo). En suma, una élite que no es élite.
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