Es largo el camino del crecimiento
Oscar Rivera
PRESIDENTE DE ASBANC
PRESIDENTE DE ASBANC
Un factor decisivo para el crecimiento económico es la inversión privada. No en vano se dice: “sin inversión no hay crecimiento”. La experiencia peruana de las últimas décadas es ilustrativa. Así, mientras en la década de los 80 el crecimiento del PBI fue de tan solo 0.64% anual en promedio, el incremento de la inversión privada se ubicó en 2.05%. Entre el 2002 y el 2012, la producción local se expandió a un promedio anual de 6.38%, en tanto que la inversión privada hizo lo propio en 11.65%.
Hoy, en el Perú tenemos grandes oportunidades. Existe un gran potencial en diversos sectores económicos. Tanto en la producción de materias primas como de bienes con valor agregado, así como en la provisión de servicios, tenemos una serie de opciones para atender la demanda de los mercados internacionales. Con una pujante demanda interna –que se expandió en 7.2% interanual en el primer cuatrimestre del año- las actividades para satisfacer el mercado doméstico han crecido y se están desarrollando a distintos niveles. No solo en lo que se refiere a las grandes empresas y corporaciones, sino también en medianas, pequeñas y microempresas, convirtiéndose en una creciente fuente de trabajo para miles de familias peruanas.
Sin embargo, tenemos retos que vencer. En el frente interno, temas como el déficit en educación e infraestructura, pobreza, inseguridad ciudadana, corrupción, entre otros aspectos, son desafíos que urge enfrentarlos sin demora. Para ello, es necesario el esfuerzo conjunto del Estado y el sector privado. No podemos dejar de mencionar la crisis económica que afecta severamente las economías desarrolladas en EE.UU. y Europa, y la desaceleración china que repercuten a los mercados emergentes, como el nuestro. Lo cual añade una mayor dificultad a nuestros objetivos.
Los fundamentos económicos del país son una fortaleza razonablemente robusta para mantener su dinamismo y poder campear el temporal. La Alianza del Pacífico es una fortaleza de desarrollo, de ahí que el crecimiento económico de sus miembros es de un promedio de 5%, siendo Perú uno de los más destacados con una de las tasas más elevadas de América Latina.
El sector privado viene dando permanentes muestras de que está apoyando el crecimiento. La banca no es ajena a este esfuerzo y contribuye decididamente a la dinámica productiva del país. A mayo de este año, el saldo de préstamos de la banca privada dirigidos a empresas sumó US$ 36,675 millones, cifra mayor en 11.35% respecto a mayo del 2012. Como gremio bancario, saludamos las recientes medidas que el Estado ha dado para facilitar la inversión privada. Sin embargo, falta mucho por hacer, desde la banca en particular y el sector privado en general estamos dispuestos a apoyar el esfuerzo del Estado para lograr el crecimiento económico del Perú y el mayor bienestar de los peruanos.
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