RESISTIRÉ
José había elegido estudiar Medicina, se preparó para el examen de ingreso y lo aprobó al igual que un buen número de jóvenes. En el transcurso de la carrera universitaria fue superando cada obstáculo que se le iba presentando. Pero faltando poco para terminar, se encontró con una materia, que no podía aprobar. Pese a que se preparaba con esmero, siempre el resultado era el mismo, reprobado.
El profesor parecía tenerle cierto encono y se ponía cada vez mas exigente con él. Hablando con sus compañeros, todos conocían de la mala fama del profesor Rodriguez. Para algunos, una barrera infranqueable que había hecho abandonar la carrera a muchos estudiantes. El joven se sentía frustrado, le parecía injusto que sabiendo la materia no pudiera aprobarla.
Pero después de varios intentos, finalmente aprobó y llegó el tan esperado día de la graduación. El profesor Rodriguez, se le acercó y le dijo: muchos son los que ingresan a la universidad pero hay pocos, que tienen un carácter tan persistente como tú, para graduarse venciendo las dificultades que se presentan, por eso mis mas sinceras felicitaciones.
La Biblia dice en Hebreos 10:36: “Perseverar con paciencia es lo que necesitan ahora para seguir haciendo la voluntad de Dios. Entonces recibirán todo lo que él ha prometido.” En varias etapas de nuestra vida se presentarán obstáculos, que bien pueden ser piedra de tropiezo o un trampolín que nos haga saltar a otro nivel.
Sin duda, superar una prueba o aflicción no es fácil, menos cuando pierdes las esperanzas, cuando al parecer estás dando todo tu esfuerzo y no ves resultados o respuestas. El joven de la historia, también estuvo a punto de desfallecer, pero en lugar de intimidarse por el profesor que una y otra vez lo reprobaba, tomó este hecho, como un obstáculo a superar, porque sabía que al lograrlo él alcanzaría un nivel de mayor excelencia.
La vida con Dios es un gran reto, donde habrá oposición, el Señor conocía de esto, por eso nos dio tantas promesas para aferrarnos a ellas y que así nuestra fe no decaiga.
No se trata de las destrezas o capacidades que tienes, sino de permanecer en su voluntad, con persistencia y paciencia hasta alcanzar la victoria. Vemos personas con muchos talentos, pero que lamentablemente no llegan ni siquiera a una ínfima porción de lo que podrían lograr, porque quizás, se quedaron en el camino ante un inconveniente que no pudieron superar. En cambio otros, con menos talentos, llegan al final y consiguen grandes logros por su férrea persistencia.
El profesor parecía tenerle cierto encono y se ponía cada vez mas exigente con él. Hablando con sus compañeros, todos conocían de la mala fama del profesor Rodriguez. Para algunos, una barrera infranqueable que había hecho abandonar la carrera a muchos estudiantes. El joven se sentía frustrado, le parecía injusto que sabiendo la materia no pudiera aprobarla.
Pero después de varios intentos, finalmente aprobó y llegó el tan esperado día de la graduación. El profesor Rodriguez, se le acercó y le dijo: muchos son los que ingresan a la universidad pero hay pocos, que tienen un carácter tan persistente como tú, para graduarse venciendo las dificultades que se presentan, por eso mis mas sinceras felicitaciones.
La Biblia dice en Hebreos 10:36: “Perseverar con paciencia es lo que necesitan ahora para seguir haciendo la voluntad de Dios. Entonces recibirán todo lo que él ha prometido.” En varias etapas de nuestra vida se presentarán obstáculos, que bien pueden ser piedra de tropiezo o un trampolín que nos haga saltar a otro nivel.
Sin duda, superar una prueba o aflicción no es fácil, menos cuando pierdes las esperanzas, cuando al parecer estás dando todo tu esfuerzo y no ves resultados o respuestas. El joven de la historia, también estuvo a punto de desfallecer, pero en lugar de intimidarse por el profesor que una y otra vez lo reprobaba, tomó este hecho, como un obstáculo a superar, porque sabía que al lograrlo él alcanzaría un nivel de mayor excelencia.
La vida con Dios es un gran reto, donde habrá oposición, el Señor conocía de esto, por eso nos dio tantas promesas para aferrarnos a ellas y que así nuestra fe no decaiga.
No se trata de las destrezas o capacidades que tienes, sino de permanecer en su voluntad, con persistencia y paciencia hasta alcanzar la victoria. Vemos personas con muchos talentos, pero que lamentablemente no llegan ni siquiera a una ínfima porción de lo que podrían lograr, porque quizás, se quedaron en el camino ante un inconveniente que no pudieron superar. En cambio otros, con menos talentos, llegan al final y consiguen grandes logros por su férrea persistencia.
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