Pilar Freitas, la cuestionada candidata a la Defensoría del Pueblo
La dirigente de Perú Posible estuvo involucrada en el caso de las
firmas falsas de la ‘chakana’ y en varias denuncias a lo largo de su carrera
como política y funcionaria.
Sorpresa ha generado el consenso alcanzado en el
Congreso para postular a Pilar Freitas –actualmente regidora del municipio de Lima–
como candidata a la Defensoría del Pueblo. Y es que el nombre de
esta dirigente de Perú Posible no estaba en el bolo los últimos días y, para más
inri, ha estado envuelto en varios escándalos a lo largo de su
carrera como política y funcionaria.
FIRMAS FALSAS
Quizá la denuncia más sonada que recae sobre Freitas es su presunta participación en la falsificación de firmas para la inscripción de Perú Posible ante el JNE, para las elecciones del año 2000.
Quizá la denuncia más sonada que recae sobre Freitas es su presunta participación en la falsificación de firmas para la inscripción de Perú Posible ante el JNE, para las elecciones del año 2000.
Como se recuerda, ella aparece en un video junto a Alejandro Toledo y su hermana Margarita –además de otros
dirigentes ‘chakanos’– en el que celebraban la inscripción de la
agrupación tras un “exigente trabajo” de transcripción, digitación y
rechequeado de rúbricas.
Además, en su momento, el exdirigente de Perú Posible
Rolly Dávila la denunció por presuntas presiones para que
obstaculice las investigaciones en el Congreso sobre la fábrica de firmas.
EN EL RÉGIMEN FUJIMORISTA
Pero el recorrido profesional de Freitas no se inició en el régimen de Toledo Manrique, sino que se remonta al gobierno de Alberto Fujimori. Entre noviembre de 1997 y enero de 1999 trabajó en la mal llamada ‘reforma’ del Poder Judicial que impulsó Vladimiro Montesinos a través de los exsecretarios ejecutivos del Poder Judicial José Dellepiane Massa y David Pezúa Vivanco.
Pero el recorrido profesional de Freitas no se inició en el régimen de Toledo Manrique, sino que se remonta al gobierno de Alberto Fujimori. Entre noviembre de 1997 y enero de 1999 trabajó en la mal llamada ‘reforma’ del Poder Judicial que impulsó Vladimiro Montesinos a través de los exsecretarios ejecutivos del Poder Judicial José Dellepiane Massa y David Pezúa Vivanco.
En ese tiempo, Freitas habría percibido más de S/.136
mil soles, un promedio de 4 mil dólares al mes, sueldo que casi
igualaba al del presidente de la Corte Suprema.
AUSPICIOSA CARRERA
Ya en el quinquenio toledista, Freitas llegó a ser viceministra de Justicia cuando Fernando Olivera administraba dicha cartera, y fue vinculada al escándalo de las cartas apócrifas al Vaticano.
Ya en el quinquenio toledista, Freitas llegó a ser viceministra de Justicia cuando Fernando Olivera administraba dicha cartera, y fue vinculada al escándalo de las cartas apócrifas al Vaticano.
Además, mientras se desempeñaba como procuradora del
Poder Judicial y del propio Ministerio de Justicia, también fue
directora de cinco entidades vinculadas al Estado: Enaco, Tans Perú,
IRTP (Canal 7), Osiptel y la Fundación Canevaro. Por
cada una de ellas cobraba sueldos o dietas extraordinarias.
Luego fue nombrada superintendenta nacional de
Registros Públicos, pero en 2007 fue destituida del cargo por “negligencia
funcional” debido a que no había presentado los informes contables del 2005. En
ese entonces, ella arguyó que su despido fue dirigido por el gobierno
aprista.
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