¿Ley Mordaza en Ecuador?
La reciente aprobación de la Ley de Comunicación
aprobada por la Asamblea Nacional del Ecuador ha provocado diversas reacciones
en el mundo periodístico de la región latinoamericana. Dichas
reacciones apunta esencialmente en que según los editoriales
en periódicos y medios audiovisuales asocian esa ley como una
afrenta a la libertad de prensa llamándola “Ley Mordaza.”
Sin embargo, la mayoría de los exponentes evaden en
comentar que dicha ley fue aprobada varios años después de iniciado su
trámite ordenado por la Constitución de 2008 y que su aprobación no es el
resultado de una improvisación, muy por el contrario, los medios de comunicación que
históricamente han estado ligados a las lógicas empresariales
usaron sus tabloides y medios audiovisuales para poder incidir y defender
sus postulados frente a los ciudadanos/as y que; muy a pesar de ellos(los
medios) la ciudadanía se manifestó en contra de esta práctica en la consulta
popular en Mayo del 2011 y es que una de las preguntas del
referéndum tenía que ver con que si los ciudadanos estaban de acuerdo en
que “Las instituciones del sistema financiero privado, así como las empresas
privadas de comunicación de carácter nacional, sus directores y principales
accionistas, no podrán ser titulares, directa ni indirectamente, de acciones y
participaciones, en empresas ajenas a la actividad financiera o comunicacional,
según el caso. Los respectivos organismos de control serán los encargados de
regular esta disposición”. La
respuesta de la ciudadanía fue la siguiente: SI: 47% y No: 41% (aprox.). Enunciándose de esta manera en
contra de que “El sector privado
controle 85,5% de las frecuencias radiales y 71% de las televisivas, según
indica la Superintendencia de Telecomunicaciones”.
Hoy los ciudadanos observan que la
nueva ley establece una “nueva repartición de frecuencias y licencias
de radio y televisión, concediendo 34% para los medios comunitarios, 33%
para el sector público y 33% para los privados con fines de lucro”. Además, ésta nueva legislación de
medios instaurará un Consejo de
regulación, que delimitará la
transmisión de contenidos violentos, sexuales y discriminatorios respetando
a lectores, oyentes y televidentes que buscan en sus programaciones
contenidos de calidad.
Sobre está breve panorámica histórica se
podría deducir lo siguiente: ¿Qué significa entonces para los grupos
mediáticos la denominación ley Mordaza?
¿Qué sucede o cuáles de estas organizaciones ligadas al mundo de las comunicaciones
se atreve a denunciar los oligopolios como es el caso chileno en que los
medios pertenecen a dos familias y que además sus negocios están vinculados a
la grave crisis de la educación que se vive en Chile?
Finalmente, cabe preguntarse cuál es la razón que tienen
los medios de comunicación asociados a
organizaciones mundiales de periodismo que hablan de una supuesta ley
Mordaza, si en los propios principios fundacionales de sus medios o
agrupaciones dictaminan que la
democracia y el acceso a la información es un derecho que no les
pertenece, sino más bien es a la ciudadanía a quién le corresponde
decidir que va a leer, mirar o escuchar.
No hay que olvidar que la democratización
de los medios ya no sólo existe en Ecuador, también está en
Argentina, Venezuela y pronto se sumará Bolivia.
Es evidente que los medios y asociaciones
unidos a monopolios no están protegiendo esos derechos; más bien desalientan el ejercicio ciudadano que hoy
más que nunca desea participar de la democracia basada en Derechos y nuevas
formas de percepción y compresión de los fenómenos de la Comunicación.
Al parecer la denominación Ley Mordaza tiene que
ver con defender los viejos esquemas liberales y monopólicos.
Miguel Ángel Soto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario