miércoles, 5 de junio de 2013

ARTE ORIENTAL O ICONOGRAFÍA BIZANTINA

Pintar para evangelizar

por Álvaro de Juana Hernández
rostro_cristo_kiko_arguello_detallePintar para evangelizar. Eso es lo que hace Kiko Argüello, iniciador del Camino Neocatecumenal. No cobra por realizar sus obras, ya que las considera una forma de predicación y de evangelización. Argüello lleva a cabo una renovación estética dentro de la Iglesia Católica, lo que él mismo denomina “Nueva Estética”, necesaria para el hombre de hoy. El cristiano necesita de una formación para llegar a alcanzar la fe adulta en pequeñas comunidades que vivan como la Sagrada Familia de Nazaret: en sencillez, humildad y alabanza, donde el otro sea Cristo; esto lo lleva a cabo el itinerario postbautismal iniciado por Argüello. Los cristianos que viven en pequeñas comunidades necesitan de un espacio donde poder celebrar, lo que llevó a Kiko Argüello, a Carmen Hernández y a Mario Pezzi a buscar una nueva estética, para así poder evangelizar el Tercer Milenio.
Esta nueva estética les es necesaria a la Iglesia, para así poder mostrar al hombre el amor que Dios tiene por él. Una estética que ayude a las personas a ver las maravillas que ha obrado Dios en sus vidas, y que pueda por tanto decir lo mismo que el salmista en el salmo 126 (127): Entonces se decía entre naciones: ¡Grandes cosas ha hecho Yahveh con éstos! ¡Sí, grandes cosas hizo con nosotros Yahveh, el gozo nos colmaba!
Von Balthasar, en sus libros acerca de la estética teológica (Herrlichkeit, 1961-73), constata que en la época moderna se ha producido una separación entre la teología y la belleza. Es importante resolver esta separación entre belleza y teología. Simon Weil ha afirmado: “Hoy la belleza es casi la única vía para que el hombre actual pueda llegar a creer en Dios”. Por eso la estética teológica, hoy día, es una forma eficaz e imprescindible de anunciar a los hombres la Buena noticia de Cristo Resucitado.
Argüello esto lo lleva acabo utilizando la tradición más antigua. El arte oriental o la iconografía bizantina le sirven a este pintor para transmitir emociones y sentimientos a través de los misterios más importantes del cristiano, en lo que se llama la Corona Mistérica: la Anunciación de Nuestro Señor, el Bautismo, la Resurrección, la Ascensión… Este artista actualiza las técnicas iconográficas orientales para llegar al hombre contemporáneo, pero siempre siguiendo el canon del arte bizantino, que tiene como una de sus normas principales la de no alterar ni inventar nada, es decir, respetar ese canon que viene dado por el arte ortodoxo de la mano de algunos pintores como Andrej Rublev. En las pinturas de Argüello se puede ver influencia de pintores como Matisse, Braque o Picasso y alguna que otra pincelada de otros artistas del arte occidental.
La última obra que kiko Argüello ha realizado ha sido en la Catedral de Madrid, Ntra. Sra. La Real de la Almudena, donde ha llevado a cabo junto a un equipo de pintores una Corona Mistérica. Esta obra muestra el Bautismo, la Transfiguración, la Crucifixión, la Resurrección, la Ascensión, Pentecostés y el Cristo Pantócrator. Como todas sus obras, esta no ha dejado indeferente al hombre, pero no de la manera deseada ya que el artista ha recibido una lluvia de críticas por lo realizado en la Catedral madrileña. Críticas, en su mayoría, influenciadas por el hecho de que las pinturas presidieran el enlace Real del Príncipe Don Felipe. La mayor parte de ellas han sido desfavorables, llegando incluso a la insolencia. Dicen de Argüello que no es un artista, sino un aficionado, y que no es digno de decorar el ábside de La Almudena. Afirman que ha realizado unas pinturas infantiles y con escaso valor artístico, que las ha plagiado y realizado en un tiempo sospechosamente corto, y otras muchas falsedades y calumnias que dejan ver claramente el desconocimiento hacia el tema que tienen las personas que las han vertido: periodistas que en lugar de informar desinforman siendo, por tanto, infieles a la esencia misma del periodismo, y dejándose influenciar por sentimientos contrarios a la Iglesia Católica o al itinerario postbautismal que Argüello ha iniciado.
La persecución a la que ha sido sometido siempre este pintor se ha visto ahora incrementada por realizar esta obra artística. Argüello responde a estas acusaciones amando a los que le critican, a los que le acusan injusta y falsamente y a los que pretenden hacerle daño. Lleva a cabo lo que dice Cristo en la Escritura: “(…) Yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre Celestial, que hace salir su solo sobre buenos y malos, y llover sobre justos e injustos” (Mt 5, 43-45)
Sobre gustos, como se dice habitualmente, no hay nada escrito, por eso pueden gustar o no gustar las pinturas que Argüello ha realizado, pero lo que no se puede es negar el valor artístico de las mismas, como han hecho numerosos medios de comunicación y la Academia de Bellas Artes de San Fernando, la cual, ha tildado a los nuevos frescos de la Catedral de deplorables. Resulta curioso que dicha institución no suela enjuiciar las obras que los artistas realizan, sino que les brinda su ayuda y protección, pero en este caso, no ha sido así.
Argüello no es ningún aficionado, eso demuestran las numerosas obras que ha realizado en todo el mundo: en la parroquia de San Bartolomé in Tuto pintó hace años otra Corona Mistérica, en la Iglesia de la Santísima Trinidad de Piacenza realizó uno de los murales más grandes del mundo; las parroquias de los Mártires Canadienses y Sta Francesca Cabrini también cuentan con pinturas suyas. Cerca del Santuario de Loreto, en Porto San Giorgio, Argüello ha edificado el “Centro Internacional para la Nueva Evangelización” según un proyecto suyo. En Madrid existe una Corona Mistérica también realizada por Argüello en la parroquia de Sta. Catalina Labouré, se pueden ver más obras suyas en las parroquias de Ntra. Sra del Tránsito, San José o La Paloma. En Zamora, en la Iglesia de San Frontis, ha pintado un mural curvo con el Nacimiento de Jesús, el Bautismo y la Resurrección y de especial importancia es la construcción en Tierra Santa, concretamente en el Monte de las Bienaventuranzas, de la Domus Galilaeae, un centro de formación bíblica y de acogida de peregrinos a Tierra Santa. Aquí Argüello ha pintado recientemente un gran mural sobre el Juicio universal. Podríamos seguir citando lugares donde este artista ha dejado su huella, una huella importante en cuestión religiosa y artística.
Los que critican las obras de Argüello no mencionan su amplia experiencia como pintor; no dicen que ganó en 1959 el Premio Nacional Extraordinario de Pintura, que un representante del patriarca de Moscú, en la inauguración del mural de Piacenza, elogió a Argüello diciéndole que podía ser perfectamente un pintor de la Iglesia Ortodoxa. Tampoco se han citado las impresiones de Gabriele Finaldi, director adjunto del Museo del Prado, o lo que ha dicho Vittorio Messori en un artículo sobre los frescos. A pesar de todo esto, lo que está claro, digan lo que digan, es que el iniciador del Camino Neocatecumenal, Kiko Argüello, pinta para evangelizar y predicar a Cristo Resucitado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario