domingo, 9 de junio de 2013

SOBRE VIAJE DE LULA AL PERÚ

La estancia de lula en Perú deja claras enseñanzas
Políticos, empresarios y trabajadores es hora de cambiar
 La visita del ex - presidente de Brasil, Ignacio Lula da Silva a nuestro país y sus sucesivas reuniones con la presidencia de la república, los empresarios Peruanos y Brasileños, el gobierno de Lima, la academia de San Marcos y la juventud del país; ha impactado de manera frontal, con el escenario  de miseria moral de la derecha, de desconfianza política y divisionismo de la izquierda; así como, con las prácticas primitivas, de explotación del empresariado y déficit de Trabajo Decente, en las relaciones laborales de empresarios y trabajadores en el Perú.
 La sola difusión de su biografía en algunos medios, resaltando sus orígenes de limitados recursos y de una familia numerosa; así como su asenso de obrero sindicalista, del sector metalúrgico, a presidente de la república del Brasil, ha multiplicado la admiración y respeto de la ciudadanía, causado codicia visceral en la clase empresarial y política de derecha nativa; la misma que, dejándose arrastrar por la inercia de su concepción neoliberal, clasista  y discriminadora, ha intentado minimizar el significado de la presencia del ilustre visitante en el Perú.
 De igual manera, el recuento de los logros de su gobierno; tales como, el aumento de sueldos para enfrentar la crisis defendiendo el empleo, la creación de millones de empleos sin crear inflación, el cobro de impuestos a las universidades privadas para favorecer el acceso de jóvenes sin recursos a la educación superior, la inversión pública en la creación de decenas de universidades del estado, el destino del petróleo de las profundidades del océano para el pueblo etc.; ha desdicho todas las políticas neoliberales de ajuste y austeridad, defendida por los empresarios y políticos peruanos.
 De otra parte, el recuento de su vida laboral y política, en el acto de imposición de Doctor Honoris Causa de San Marcos y en su alocución con los jóvenes de los partidos de Izquierda, en la Casona de San Marcos, realzando la justicia social y su amplia experiencia de derrota política, antes de ser presidente; ha deslindado categóricamente, con la exclusión y el abstencionismo político de los líderes sindicales y sociales, con los programas neoliberales de gobierno; así como, con las prácticas anti sindicales del empresariado nativo; y con los hábitos divisionistas de la izquierda.
 Asimismo el paso de Lula por el Perú, ha zanjado con las discusiones de los últimos tiempos; en los que el empresariado y los partidos de derecha, con sus líderes mutuamente acusados de corrupción, han hecho retroceder al gobierno, en la participación del estado en la venta de Repsol, en la consulta previa y en las políticas de Trabajo decente; y donde la izquierda sigue debatiendo en torno a la unidad y la conformación de un Frente Amplio, con o sin las organizaciones sindicales y sociales y los movimientos sociales siguen luchando en las calles por sus reivindicaciones.
 Ha quedado claro; que las políticas neoliberales, son injustas con la gente y un obstáculo para el desarrollo sostenible; que la unidad de la izquierda es la alternativa de cambio y que la participación directa de los actores sociales en el quehacer político es fundamental para la justicia social.

No hay comentarios:

Publicar un comentario